Acabas de cenar, y no importa lo escrupuloso que esté escondido el matadero con la agraciada distancia de las millas, hay complicidad
Los grandes hombres rara vez son excesivamente escrupuloso en la disposición de su atuendo
En la América de hoy... tenemos a Woody Allen, cuyo humor se ha vuelto tan sofisticado que sólo lo entiende Mia Farrow. Los que crean que Mia Farrow debería volver a hacer películas donde el demonio la deja preñada y Woody Allen debería volver a disfrazarse de espermatozoide, que levanten la mano. Gracias.
Lo que ocurre es que si tienes un cerebro tan sofisticado y astuto como el nuestro, pero lo desconectas del corazón -en el sentido literario del corazón como la sede del amor y la compasión-, entonces lo que surge es una criatura muy peligrosa. Y eso es lo que somos ahora mismo.