Primero el pueblo de México libre y soberano; que luego venga la constitución progresista que sirva efectivamente al primero
Entre la mente y el cuerpo existe una vinculación total. El modo en que utiliza usted su fisiología (la manera de respirar, las posturas y actitudes corporales, las expresiones faciales, la naturaleza y la calidad de sus movimientos) determinan efectivamente el estado en que se encuentra.
El desprecio es un sentimiento del que pocos, muy pocos mortales, son verdaderamente capaces; el odio es mucho más frecuente
El hombre verdaderamente libre es el que puede rechazar una invitación a comer sin excusarse.
Cuando las mujeres dicen que a su marido se les ha enfriado la pasión en realidad es que están cansados de que sus iniciativas sean constantemente rechazadas.
Si numerosas especies en realidad comenzaron su existencia de súbito, ese hecho sería fatal para la teoría de la evolución
La Organización de las Naciones Unidas misma no ha podido desempeñar un papel eficaz y decisivo, como sus estatutos ciertamente propusieron que lo hiciera
Todavía no me he tropezado con un marciano. Pero ciertamente he tropezado conmigo mismo. Y tal vez necesite leer acerca de los marcianos antes de comprender adecuadamente este hecho. Necesito cruzar el arroyo para ir a buscar agua. El cuento realmente habla de mí.
Los sistemas de mercado no regulados acaban destruyéndose a sí mismos. ¿Ha llegado el sistema de mercado a su fin? Como persona apegada a los valores tradicionales, espero que no. Mil años de historia económica atestiguan objetivamente lo indispensables que son los sistemas de mercado.
Hoy vivimos en el imperio de la cantidad. Cantidad de público, cantidad de discos, cantidad de conciertos y de premios. La calidad ha quedado relegada y eso es fácilmente comprobable examinando objetivamente los valores de las obras más vendidas y premiadas.
Una vez que te abandonas a una metáfora, Claudio, cosa que sucede muy rara vez, la sigues demasiado lejos. sin duda recordarás las instrucciones de Atenodoro contra esas cosas. Bueno, llama gusano a Seyano y termina con eso. Y vuelve a tu estilo habitualmente sencillo.
La imagen de la Virgen de Guadalupe no es considerada una obra pictórica porque las manos que la pintaron no son de este mundo..., es sin duda la más valiosa reliquia del género religioso que existe en México
La ausencia de cualidades plásticas, bien percibidas por la crítica, había sido en efecto colmada por una representación objetiva de los objetos, claramente comprendida y entendida por toda la literatura hecha en torno a la pintura. Esta manera suelta de representar los objetos me parecía revelar un estilo universal, en el que las manías y las pequeñas preferencias de un individuo no importan ya.
La palabra es en efecto la fisica experimental del espíritu.
Mi corazón late con fuerza y sabe por qué. No late solamente por razones físicas, no late por la misma razón que las uñas de un cadáver continúan creciendo, late humanamente, y en verdad se siente feliz.
La revolución es guerra, la única en verdad legítima, justa y grande, entre cuantas ha conocido la historia. En Rusia, esta guerra ha sido declarada, y ha comenzado. (1905).
La política exterior tiene sus dogmas, como la religión; se llaman poder, expansión territorial y prestigio. Pero igual que los devotos de verdad no son los que siguen al pie de la letra las escrituras, no se encontrará a los mejores patriotas entre los políticos.
En el fondo la tradición no es más que una de las formas que podía revestir la historia pero sin los escollos de ésta. Cumple a la historia narrar los sucesos secamente, sin recurrir a las galas de la fantasía. Menos estrechos y peligrosos son los limites de la tradición. A ella, sobre una pequeña base de verdad le es lícito edificar un castillo
Llegó a las redacciones la noticia de mi muerte. Y los buenos compañeros intentaran redactar la noticia. Si es verdad lo que de mí dijeron las necrológicas, con la generosa abundancia de todas las necrológicas, soy de hecho un buen individuo.
Esos hombres, si son hombres verdaderamente, parecen bestias. de hecho son bestias, ay, y carecen por completo de sensibilidad. No crean belleza ni esplendor; graznan como los cuervos, y sus almas están enroscadas en el error. Vagan como ovejas sin mente, pero ovejas violentas.
Pero ¿Quién puede distinguir entre enamorarse e imaginar que se enamora? Incluso enamorarse de veras es un acto de la imaginación.
En todo placer y goce de la vida hay algo ficticio, como un esfuerzo o propósito personal para conseguir que aquello nos dé de veras satisfacción. Esta es la impureza del placer y, al mismo tiempo, una ley de vida.
Si de verdad alguien quiere casarse, ya sea hombre o mujer, debería irse a Boston o a Cambridge. En Nueva York la gente está demasiado obsesionada con su vida profesional. Yo era así, y, como todo el mundo, no me tomaba muy en serio la palabra relación.
Basta mirar: se cubre de verdad la mirada. Basta escuchar: retumba la sangre en las orejas. De cada aliento sale la ardiente bocanada de tantos corazones unidos por parejas