Los adversarios, los enemigos del país no descansan, ni descansarán, en la intriga y en tratar de dividir sobre todo aprovechando circunstancias como estas, entonces ¿cual es nuestra respuesta? Unidad, Unidad y más unidad esa debe ser nuestra divisa.
La única sabiduría consiste en dividir la vida en días y horas para extraer de cada una de ellas una victoria concreta sobre el dolor y una culminación del placer que te regale.
El problema principal del mundo contemporáneo -también lo fue del antiguo- es la concentración de la riqueza y de los bienes en pocas manos. La desigualdad, un problema de siempre, un problema que sólo se podría resolver tomando medidas económicas, culturales y políticas. Hay que distribuir el poder. Y esa mejor distribución debe abarcar, entre otros aspectos, a los medios de comunicación.
Si se entiende que un socialista del siglo XXI es el que concibe que el estado es el brazo para derrotar la pobreza y el mercado la herramienta que crea riqueza, pero que es incapaz de distribuir riqueza, sí soy un socialista