Se trata, a medida que se concentran las fuerzas de producción, de obtener de ellas el máximo de ventajas y de neutralizar sus inconvenientes (robos, interrupciones del trabajo, agitaciones y cábalas); de proteger los materiales y útiles y de dominar las fuerzas de trabajo.
Sólo el fuerte puede proteger al débil. Sólo el noble de corazón puede inspirar a otros hombres a la nobleza, al sacrificio, a la autodisciplina, al amor.
Guardemos a Cristo en nuestra vida, para guardar a los demás, salvaguardar la creación
La humanidad necesita hombres prácticos, que sacar el mayor provecho de su trabajo, y, sin olvidar el interés general, salvaguardar sus propios intereses. Pero la humanidad también necesita soñadores, para quienes el desarrollo de una tarea sea tan cautivante que les resulte imposible dedicar su atención a su propio beneficio.
Dios sabe que no he deseado ni deseo nada de nadie, pero que quiero guardar lo que, por su infinita bondad, me ha dado y que nadie me lo inquiete ni me lo quite.
Todo lo que hice lo saqué. No tengo cajas de trabajo sin realizar. No hay nada en el archivo. No puedo guardar nada a no ser que no me guste el sonido o vea que no funciona. Si se lo puedo cantar a un ingeniero, se lo puedo cantar a cualquiera.
No entiendo cómo se puede defender un sistema en el que muchos perros viven mejor que personas
Siempre he procurado hacer cuanto ha estado en mi mano para defender y sostener nuestras instituciones. He demostrado en mi vida pública que sirvo lealmente a mi patria y que amo la libertad. Ha sido mi único fin proponeros lo que creo mejor para vuestros más caros intereses, que son afianzar la paz en el porvenir y consolidar nuestras instituciones
Nada apetecen tanto los hombres como conservar la vida, y nada hay por que menos se esfuercen en dirigirse bien
La distorsión de todas las relaciones de precios, la coexistencia de mercados oficiales y negros y el antagonismo entre quienes operan en el mercado y el Estado, que lucha desesperadamente por conservar su autoridad, conducen al final a una situación caótica, en la que falta prácticamente toda clase de orden, ya sea el propio de la economía social de mercado, ya sea el de tipo colectivista.
La Nación está obligada a conservar y proteger por medio de leyes sabias y justas la libertad personal, civil e individual así como la propiedad y demás derechos legítimos de todos los individuos que la componen.
La próxima generación está buscando a sus propios líderes y lucharán para proteger sus propios intereses nacionales. Así que ya pueden coger su moralidad, su arrepentimiento y su democracia, ¡e ir a vendérselas a otro!
La democracia no ofrece la plenitud a sus ciudadanos. Tener buena seguridad social no lo hace a uno feliz. Tener una jubilación decente no hace que uno se sienta realizado. La democracia es eso: asegurar la jubilación, una buena cobertura médica, buenas condiciones de trabajo, etcétera. Pero ¿Y una vez que se obtuvo eso? Era un medio y no un objetivo en la vida.
No habrá paz en Europa, si los Estados se reconstruyen sobre una base de soberanía nacional (...) Los países de Europa son demasiado pequeños para asegurar a sus pueblos la prosperidad y los avances sociales indispensables. Esto supone que los Estados de Europa se agrupen en una Federación o entidad europea que los convierta en una unidad económica común.
La serenidad es el gran y verdadero antídoto contra la angustia y el temor, y hoy, la habitación del hombre debe propiciarla. En mis proyectos y en mis obras no ha sido otro mi constante afán, pero hay que cuidar que no la ahuyente una indiscriminada paleta de colores. Al arquitecto le toca anunciar en su obra el evangelio de la serenidad.
Nací para amarte con cada latido de mi corazón...Sí, nací para cuidar de ti, cielo, cada día de mi vida.