No hay periodismo independiente en el mundo
Soy de la idea de que por haberme iniciado como periodista, voy a ser periodista hasta que me muera. Y debo decirle que para mí la decisión de dar el paso del periodismo a la literatura fue algo aterrador. ¡Cómo saltar encima de un precipicio y llegar al otro lado!
Capacidad experimental, honestidad en la publicación de los resultados e inteligencia para interpretarlos
Ninguna otra publicación mía ha provocado un entusiasmo tan grande o tan violenta hostilidad.
La redacción de la historia es principalmente un proceso de diversión. La mayor parte de los relatos históricos distraen la atención de las secretas influencias que se hallan detrás de los grandes acontecimientos.
El liderazgo personal no consiste en una sola experiencia. No empieza y termina con la redacción de un enunciado de la misión personal. Se trata más bien de un proceso que consiste en mantener en mente la propia visión y los propios valores, y en organizar la vida para que sea congruente con las cosas más importantes.
Me propongo detener del todo los atentados periódicos contra mi vida. No digo esto por mí, porque verdaderamente me gusta vivir en peligro, sino por el pueblo italiano
Yo no leo periódicos internacionales
El monólogo tiene una clave: es una especie de reportaje político; yo leo los titulares de los diarios y cuento las noticias en el escenario agregándole un comentario jocoso. Pero siempre hay que actualizar la información: un chiste político del jueves no hace reír el viernes.
Sé como se siente ahora mismo. Yo tuve la misma experiencia con Sony Music en el pasado y para ser una persona como michael que gastaba al rededor de 5 millones diarios en su mansion tendria que trabajar arduamente para generalos y el lo hacia. Shakira, Britney, ahora son sus prioridades. Eso no es bueno, pero qué puedes hacer?
Después de la Segunda Guerra Mundial, no existía el periodista literario que trabajase para revistas populares o diarios. Si un periodista aspiraba al rango literario... Mejor que tuviese el sentido común y el valor de abandonar la prensa popular e intentar subir a primera división.
Me gustaba leer libros de la misma manera que me gustaba ir al cine u hojear revistas y periódicos. No lo hacía porque esperara que me sirviera para algo ni porque persiguiera un objetivo como, qué sé yo, sentirme superior a los demás, más sabio o más profundo. Incluso me atrevo a afirmar que el hecho de convertirme en un ratón de biblioteca me enseñó a ser modesto.
Creeré en ti. Serás una luz clara en el barco de papel de mi espíritu.
Mientras el trabajo se percibía como una alienación cabía hacerle desempeñar un papel subversivo (...) Pero en nuestra nueva logística de interacción hombre-máquina ya no hay tan trabajo. El hombre y la máquina están en interfaz. Ya no existe un sujeto del trabajo.
Vaya, pues sí que viven bien los maestros. Si fuera humano me gustaría ser como él, maestro de escuela. Uno puede dormirse cuando quiere y, aun así, siguen considerándote un buen maestro. Así que no le veo yo problema a ser maestro y gato a la vez.
En términos operativos, Dios está empezando a parecerse no a un gobernante, sino a la última sonrisa evanescente de un gato de Cheshire cósmico