Esa rápida alternancia de broma y seriedad, de interés e indiferencia, de pesar y alegría parece ser un rasgo típico del carácter irlandés.
El amor nace súbitamente, sin más pensar, por temperamento o por debilidad, un rasgo de belleza nos detiene y nos decide. La amistad, por el contrario, se forma poco a poco, con el tiempo, por la práctica, por un largo trato