..., cuando un hombre, por causa de su aspereza natural, pretende retener lo que, siendo superfluo para él, es necesario para los demás, y, debido a la terquedad de sus pasiones, no puede corregirse, habrá de ser expulsado de la sociedad por constituir un peligro para ella.
En México, todavía, el valor de caudillos, mártires, artistas notables y valores del hogar sólido se determina por el número de estatuas que consiguen, y por la mezcla de terquedad y docilidad con que monumentos y bustos aceptan el avance omnívoro de lo urbano. Y que se cuiden los iconoclastas. Ya lo advirtió Jean Cocteau: El riesgo de un destructor de estatuas es convertirse en una.
Quiero por los dos mi copa alzar para olvidar mi obstinación y más la vuelvo a recordar.
Estemos siempre a punto para contradecir sin obstinación y dejarnos contradecir sin irritación
Cuanto más importante y de mayor entidad sean los motivos de la guerra, cuanto más afectan a los intereses vitales de los pueblos, con mayor empeño se tratará de derribar al adversario, entonces tienden a confundirse objetivo guerrero y fin político y la guerra aparece menos política y más puramente guerrera.
Todo su empeño se concentraba ahora en camuflar su conflicto interior. Debía representar el papel de la anfitriona atenta; departir con todos los presentes; brillar como llama de alegría y gracia.
Aureliano Segundo resolvió que había que llevarla a la casa y protegerla, pero su buen propósito fue frustrado por la inquebrantable intransigencia de Rebeca, que había necesitado muchos años de sufrimiendo y miseria para conquistar los privilegios de la soledad, y no estaba dispuesta a renunciar a ellos a cambio de una vejez perturbada por los falsos encantos de la misericordia.
Mucha gente piensa, o por lo menos siente, que el que no tiene sus hábitos y sus entusiasmos es un enemigo. A mí me parece lógica la intransigencia tratándose de ideas esenciales.
No te desalientes, ¡Adelante!, adelante con una tozudez que es santa y que se llama, en lo espiritual, perseverancia.
No hace falta que lo admita si eso pone en peligro su sentimiento de masculinidad. Ya sé que ustedes los hombres creen que el tamaño de su tozudez se corresponde con el de sus vergüenzas
Nos gusta llamar testarudez a la perseverancia ajena pero le reservamos el nombre de perseverancia a nuestra testarudez
Los senos de la mujer son la única persistencia del hombre; los coge al nacer y ya no los suelta hasta morir de viejo.
La vida no es sueño. El más vigoroso tacto espiritual es la necesidad de persistencia en una forma u otra. El anhelo de extenderse en tiempo y en espacio.
Para que las mujeres te amen, es necesario que duden y teman acerca del alcance y la duración de su poder
Cuando los grandes hombres se dejan abatir por la duración de sus infortunios, demuestran que sólo los soportaban por la fuerza de su ambición, y no por la de su ánimo, y que, sin más diferencia que una gran vanidad, los héroes son iguales que los demás hombres.
Cuando tu a un pueblo, le cierras todas las vías, para la expresión de ésta soberanía popular, no nos queda sino recurrir a la resistencia, y la resistencia se convierte en la forma de defender la constitución
Este es nuestro país, en el que vivimos y morimos. Seguiremos adelante con la resistencia
Las ideas fijas nos roen el alma con la tenacidad de las enfermedades incurables. Una vez que penetran en ella, la devoran, no le permiten ya pensar en nada ni tomar gusto a ninguna cosa.
Preguntarnos porque vamos de mal en peor Es ignorar aquello de dónde venimos Veras, no preguntarías por que la rosa que creció en el asfalto tenia pétalos marchitos Al contrario Celebraríamos su tenacidad Amaríamos su voluntad de alcanzar el sol Bueno Somos rosas Esto es concreto Y estos son mis pétalos marchitos No me preguntes porque Pregúntame como.
Tiendo a ser escéptico, no me gusta los planteamientos dogmáticos de nadie. No me gusta la intolerancia dogmática y las personas que son intolerantes. Es una de las razones por las que mantener distancia de todas las creencias religiosas.
Es la tolerancia fuente de paz y la intolerancia fuente de desorden y pelea.