Cuando yo tomé la decisión de dejar el segundo año de Medicina, mi padre sintió que cometía una aberración al abandonar mi carrera para dedicarme a ser actor. Pero enfrenté con valentía la rigidez de su carácter. Yo sabía que el ser actor era tan noble, digno e importante como ser médico, y que tenía que prepararme. Me dediqué a estudiar y sigo estudiando.
Y he comprobado que los que persiguen la paz nunca se detienen ante los obstáculos, especialmente los construidos de fanatismo, intolerancia, rigidez y tradición
Debemos cuidar de que los delitos no sean castigados con más severidad de la que merecen.
Jaime, mi padre, antes de calmarse y abrir su tienda Casa Ukrania, había trabajado como artista de circo. (...) Podría pensarse que en mi infancia fui más influido por Jaime que por Sara, mi madre. Sin embargo, no es así. Si la severidad era la base de la educación que yo debía recibir, por ser hombre y no mujer, mi madre se esmeró en aplicarla.
En México, todavía, el valor de caudillos, mártires, artistas notables y valores del hogar sólido se determina por el número de estatuas que consiguen, y por la mezcla de terquedad y docilidad con que monumentos y bustos aceptan el avance omnívoro de lo urbano. Y que se cuiden los iconoclastas. Ya lo advirtió Jean Cocteau: El riesgo de un destructor de estatuas es convertirse en una.
..., cuando un hombre, por causa de su aspereza natural, pretende retener lo que, siendo superfluo para él, es necesario para los demás, y, debido a la terquedad de sus pasiones, no puede corregirse, habrá de ser expulsado de la sociedad por constituir un peligro para ella.
La diferencia entre perseverancia y obstinación es que una viene de una fuerte voluntad, y el otro de un fuerte no.
-LA obstinación en vegetar cobardemente debería inspirar a la sociedad un desprecio profundo.
Otra cosa, hay que recalcar que las Fuerzas Armadas no están contra el pueblo, sino que están contra la hambruna que estaba causando el gobierno marxista del señor Allende, contra las colas, contra el hambre, contra la pobreza, contra la miseria, contra el sectarismo a que nos estaba llevando el señor Allende, mientras él se satisfacía con fiestas y parrandas en la casa...
Nada complace más al diablo que la intolerancia de los reformadores.
Tiendo a ser escéptico, no me gusta los planteamientos dogmáticos de nadie. No me gusta la intolerancia dogmática y las personas que son intolerantes. Es una de las razones por las que mantener distancia de todas las creencias religiosas.
La intolerancia de casi todas las religiones que han conservado la unidad de Dios es tan evidente como los principios contrarios contrarios de los politeístas.
El único y verdadero espíritu de tolerancia consiste en tolerar conscientemente la mutua intolerancia
La fe es el término medio entre la ligereza con que alguno precipitadamente cree y la pertinacia en no creer sino en lo que antes se demuestra por la razón.
Realmente, perder de vista la lucha de clases evidendencia la más burda incomprensión del marxismo.
La situación sobre nuestra Tierra es paradójica. Las interdependencias se han multiplicado. La conciencia de ser solidarios con su vida y con su muerte liga desde ahora a los humanos. La comunicación triunfa; el planeta está atravesado por redes, faxes, teléfonos celulares, módems, Internet. Y sin embargo, la incomprensión sigue siendo general.
Administrad la justicia con ecuanimidad y rectitud y, si es necesario, con rigor y ejemplaridad. Pero cuando la naturaleza de las gentes y las cosas lo permitan, sed también misericordioso y benigno
Aprecio, aún más si cabe, el rigor y el acierto con que mi hijo, el Príncipe de Asturias, me acompaña como Heredero de la Corona
No hace falta que lo admita si eso pone en peligro su sentimiento de masculinidad. Ya sé que ustedes los hombres creen que el tamaño de su tozudez se corresponde con el de sus vergüenzas
No te desalientes, ¡Adelante!, adelante con una tozudez que es santa y que se llama, en lo espiritual, perseverancia.
Las horribles crueldades y ultrajes que de vez en cuando consiguen publicar en la prensa ¿Cómo se producen? En muchos casos, es por un endurecimiento paulatino de ambas partes, donde el amo se hace cada vez más cruel y el sirviente cada vez más insensible. Los azotes y el maltrato son como el láudano: hay que duplicar la dosis cuando se pierde sensibilidad.