Caminaba, cantando para sí mismo: una criatura momentáneamente divorciada del tiempo, apartada del mundo: existía ahora y eso era suficiente; avanzaba, como una estrella solitaria que cae de las tinieblas a las tinieblas.
El pasado es una especie de lámpara puesta a la entrada del porvenir para disipar una parte de las tinieblas que lo envuelven.
Existen en las tinieblas frondales, fuerzas ocultas y entes graves, que laboran entre plantas delgadas de las pequeñas cámaras verdes de los sotos perdidos. Son los arcanos principios de vida, gestaciones ignotas.
Llena de tormentos está la vida humana, y no hay descanso en nuestras penalidades; y si tan dulce es vivir, a lo mejor nos envuelven las tinieblas de la muerte.