Predicar moral es fácil, mucho más fácil que ajustar la vida a la moral que se predica
Predicar moral es cosa fácil; mucho más fácil que ajustar la vida a la moral que se predica
La belleza ha terminado por recurrir a la verborrea El color prohibido, 1951
Cuanta más poesía leemos, más aborrecible nos resulta cualquier tipo de verborrea, tanto en el discurso político o filosófico, como en los estudios históricos y sociales, o en el arte de la ficción. El buen estilo en prosa es siempre rehén de la precisión, de la rapidez y de la lacónica intensidad de la dicción poética.
La poesía es a la prosa como el baile es al caminar
Mientras nos mudamos de una cuna a un ataúd... ¡Cuánta palabrería inútil!
Queremos menos palabrería liberal y más respeto a la libertad profunda del hombre
Sólo tras haber desarrollado la perorata emocional que culmina con la palabra asombroso, por fin la fuerza de mis sentimientos había dejado de asombrarme lo suficiente para poder conciliar el sueño durante un par de horas...O algo parecido al sueño, pues, incluso semiinconsciente, me había convertido en una biografía en movimiento perpetuo, en memoria hasta el tuétano.