Las preocupaciones son elixir de vida y también panacea contra el aburrimiento.
Debemos rechazar el concepto subdesarrollado del desarrollo que convertía el crecimiento tecno-industrial en la panacea de todo desarrollo antropo-social, y renunciar a la idea mitológica de un progreso irresistible acrecentándose hasta el infinito
La moralidad es la infusión de chocolate en las venas de todos los hombres.
Es dulce y piadoso creer que la infusión del alma de María se efectuó sin pecado original, de modo que en la mismísima infusión de su alma ella fue también purificada del pecado original y adornada con los dones de Dios, recibiendo un alma pura infundida por Dios; de modo que, desde el primer momento que ella comenzó a vivir fue libre de todo pecado.