La protección es la primera necesidad de la opulencia y el lujo.
Que como la buena ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia, y de tal suerte se aumente el jornal del pobre, que mejore sus costumbres, aleje la ignorancia, la rapiña y el hurto.
Es necesario que el poeta se prodigue, con ardor, boato y liberalidad, para aumentar el fervor entusiasta de los elementos primordiales.
El hombre debe y puede ser hombre. Toda pretensión de superhombre, todo esfuerzo por trascender al hombre, todo afán de ser héroes, toda existencia semidivina está de sobra en el hombre, pues no es verdadera.
Es falso que la pretensión a una recompensa no convenga a la verdadera virtud y que ofenda su pureza; pues, por el contrario, sirve para mantenerla, dado que el hombre es demasiado débil para desear la virtud con el fin de complacerse a sí mismo.
La institución monárquica será tanto más fuerte cuanto más se encuentren personas apropiadas para ello. Eso es lo que les obliga a ellos a mantener una moral exquisita y una presentación siempre adecuada, cosa que yo creo que está haciendo y hace la Familia Real española
Podríamos ser inducidos a cuestionarnos si los científicos actuaron con prudencia en la presentación a los estadistas del mundo de este problema. En realidad no había otra opción. Una vez que se adquiere un conocimiento básico, cualquier intento de impedir su realización sería tan inútil como la esperanza de detener la Tierra en su movimiento alrededor del Sol.
Es el cínico el que bajo la pretensión de decir la verdad en todas partes y en todos los tiempos y a todo hombre de igual manera, el que hace gala de la verdad como de una imagen muerta, de un ídolo. Dándose la aureola de fanático de la verdad, que no puede tener consideración de la debilidad humana, destruye la verdad viva entre los hombres.
Si no puedes hacer gala de un ánimo de príncipe, muestra al menos el de un comerciante,...
En el valle hay un sólido puente de hierro que el tren atraviesa sin cambiar de llanura, rumbo a otra localidad exactamente igual a nuestro pueblo. Bajo el puente hay nieve en invierno y sombra en verano. Jamás se ve agua en el fondo. El río no se preocupa del puente; discurre a su lado.
Uno puede estar a favor de la globalización y en contra de su rumbo actual, lo mismo que se puede estar a favor de la electricidad y contra la silla eléctrica
El capitalismo ha sido el único sistema de la historia en el cual la riqueza no se ha adquirido mediante saqueo, sino mediante producción, no por la fuerza, sino mediante el comercio, el único sistema que ha defendido el derecho de los hombres a su propia mente, a su trabajo, a su vida, a sí mismos
Quien se halla enteramente dominado por la riqueza nunca podría ser justo.
El viejo doctor fausto ve a la joven campesina dormida en el camino y ¡adiós sus libros, su conocimiento, su filosofía!
No alrededor de los inventores de estrépito nuevo, sino en torno de los inventores de valores nuevos gira el mundo, silenciosamente.
Un par de hombres lanzaron gritos de guerra, y los dos primos se vieron rodeados por los colmillos de una jauría de lobos, con alabardas, lanzas y espadas por todos los lados. Los gritos de los hombres y el estrépito de las armas al chocar se mezclaban con el rugido del viento, y el lugar se convirtió rápidamente en un horrible torbellino de guerra.
Toda la fuerza de las páginas de demostración que siguen procede del hecho de que la historia es enteramente verdadera, ya que me la he inventado yo de cabo a rabo.
Falta algo para completar esta demostración pero no tengo tiempo