Los Estados, ya sean monárquicos, constitucionales, democráticos o comunistas, tienen que contar con el consentimiento de la opinión pública si quieren lograr sus proyectos y, de hecho, un gobierno no gobierna si no es en virtud de la aquiescencia pública.
Cuando se escribe con facilidad siempre se cree contar con más talento del que se tiene.
El hombre se complace en enumerar sus pesares, pero no enumera sus alegrías.
Aunque sea demasiado obvio como para escapar a la observación de que las distintintas ideas están conectadas entre sí, no he encontrado un solo filósofo que haya intentado enumerar o clasificar todos los principios de asociación, tema, sin embargo, que parece digno de despertar la curiosidad.
La lucha de clases...Es la lucha por clasificar y en contra de ser clasificado, al mismo tiempo que es, indistinguiblemente, la lucha entre las clases constituidas. (...) No luchamos como clase trabajadora, luchamos en contra de ser clase trabajadora; en contra de ser clasificados. Nuestra lucha no es la del trabajo alienado: es la lucha contra el trabajo alienado.
Cada forma de clasificar una cosa es solamente una manera de manejarla para un cierto propósito particular.
Aunque sea demasiado obvio como para escapar a la observación de que las distintintas ideas están conectadas entre sí, no he encontrado un solo filósofo que haya intentado enumerar o clasificar todos los principios de asociación, tema, sin embargo, que parece digno de despertar la curiosidad.
Si yo pudiera enumerar cuanto debo a mis grandes antecesores y contemporáneos, no me quedaría mucho en propiedad.
Si deseamos contar líneas de código, no deberíamos verlas como líneas producidas, sino como líneas gastadas: el sentido común actual es tan tonto como contabilizar esa cuenta del lado erróneo del balance