Es casi imposible que cualquier historiador sea totalmente objetivo porque lo más que se le pueda exigir es que sea honesto, porque toda la materia que pasa por sus manos la filtra por su propio sistema ético y moral
Si la civilización es fruto de inesperados y graduales cambios en los esquemas morales, por mucho que nos desagrade, nos veremos obligados a concluir que no está al alcance del hombre establecer ningún sistema ético que pueda gozar de validez universal.