El médico apoyó las manos en sus sienes y tanteó suavemente con los dedos. - ¿Se siente confusa? -El amor y el matrimonio me confunden, pero no es por eso por lo que me duele la cabeza.
La felicidad es como una mariposa. Cuanto más la persigues, más huye. Pero si vuelves la atención hacia otras cosas, ella viene y suavemente se posa en tu hombro. La felicidad no es una posada en el camino, sino una forma de caminar por la vida