No he tenido maestro en el sentido ordinario. Mi padre me enseñó a manejar la porra en mi infancia. Desde entonces, he seleccionado una serie de tácticas de samuráis mayores en diversas provincias. También he pasado algún tiempo viajando por el campo, aprendiendo de las montañas y los ríos, a los que también considero como maestros.
Saber manejar la incertidumbre es característica básica del médico general
Pero pude manejar piedras, ladrillos, y me interesé en los materiales, en su valor específico, en que construir es emplear materiales, respetar las leyes de la resistencia, inventar medios para vencer la resistencia. Y entonces me hice arquitecto, como se debe, para con Dios quizás, no oficialmente.
Me gustaría emplear toda mi vida en viajar, si alguien pudiera prestarme después otra vida para pasármela en casa.
Y lejos estamos por fin, de todas las fracciones políticas acordes con la simulación democrática, que ambicionan solamente constituir fórmulas parlamentarias o de gobierno, olvidando que en la cuestión social es preciso tocar las raíces del problema y no operar en la superficie con simples paliativos como aconseja el evangelio marxista.
Estructuras simples, organizaciones con mínimos niveles jerárquicos, desarrollo humano y formación interna de las funciones ejecutivas. Flexibilidad y rapidez en las decisiones. operar con las ventajas de la empresa pequeña que son las que hacen grandes a las grandes empresas
Mantente bronceado, aunque tengas que utilizar una lámpara. Para la mayoría de la gente, el bronceado en invierno sólo significa que uno ha estado donde está el sol y, en ese sentido, el sol es dinero
El desarrollo de la tecnología pone en crisis el principio mismo de la empresa privada, pues sólo unas cuantas gigantes están en condiciones de disponer de las inmensas sumas de capital necesarias para utilizar dicha tecnología.
Todos los residuos vegetales sirven de pienso para algún animal y si ni los cerdos los pueden ingerir, los pisotean y hacen fermentar con su estiércol, convirtiéndolos en un abono de la mejor calidad, sin que el agricultor tenga que usar la laya.
Los niños usan los puños hasta que alcanzan la edad en que pueden usar el cerebro.
Se dice que dos computadoras están interconectadas si pueden intercambiar información. No es necesario que la conexión se realice mediante un cable de cobre; también se pueden utilizar las fibras ópticas, las microondas, los rayos infrarrojos y los satélites de comunicaciones.
Las personas tienden a no utilizar la palabra belleza porque no es intelectual, pero tiene que haber una superposición entre la belleza y el intelecto.
Ser esclavos de la propia imagen puede llegar a desvirtuar a una persona.
... es un tópico manoseado que nada se puede expresar con tal corrección que no se lo pueda viciar interpretándose mal.
Evita la conversación de aquellas personas cuya palabra, en vez de ser trabajo, es placer. Los grandes parlanchines suelen ser espíritus refinadamente egoístas, que buscan nuestro trato, no para estrechar lazos sentimentales, sino para hacerse admirar y aplaudir.
Un día comprendió como sus brazos eran solamente de nubes; imposible con nubes estrechar hasta el fondo un cuerpo, una fortuna.
Las personas le dan mucha importancia a las cosas negativas, lo que está mal... ¿Por qué no tratar de ver las cosas positivas, para llegar a realizar lo que se quiere hacer?
He escrito de todo y sigo escribiendo de toda clase de temas, no veo qué me pueda faltar, sino escribir más de los mismos temas que he escrito, que son muchos, ya que la poesía debe tratar de todo, como la prosa, para no ser anémica
En la actualidad, hablar con un periodista era como jugar una decisiva partida de ajedrez: una tenía que pensar con antelación, imaginar todas las maneras en que el reportero podía tergiversar una declaración. Se respiraba un clima inevitablemente hostil.
Es intrínseco al carácter francés el exagerar, el quejarse y tergiversar los hechos cuando se está descontento.
Los hombres aman los razonamientos abstractos y las sistematizaciones buen elaboradas, al punto de que no les molesta deformar la verdad; cierran los ojos y los oídos a todas las pruebas que los contradicen con tal de sustentar sus construcciones lógicas
Los hombres aman los razonamientos abstractos y las sistematizaciones bien elaboradas, al punto de que no les molesta deformar la verdad; cierran los ojos y los oídos a todas las pruebas que los contradicen con tal de sustentar sus construcciones lógicas.