¿Es que no es el deseo más voluptuoso que la satisfación?
Pero en cuanto comenzó a desarrollarse su temperamento, voluptuoso y ardiente, se abandonó libremente al impulso de sus pasiones y aprovechó la primera oportunidad para satisfacerlas.
Esto es, en última instancia, la pornografía... No hay nada más pornográfico que glorificar la guerra.
En la hora de la hora, el mundo será tomado por el pornográfico poder de la pantalla televisiva y cinematográfica, además por el teatro y la literatura. Causará esta causa relajamiento en la enceguecida masa, la que abandonará principios de bien
Si había alguien en Brasil que dudaba de que un tornero mecánico, salido de una fábrica, llegase a la Presidencia, el 2002 probó lo contrario. Y yo, que tantas veces fui criticado por no tener un diploma de nivel superior, recibo ahora mi primer diploma: el de presidente de la República de mi país. Muchas gracias.
Cualquier nuevo avance científico ha salido de una nueva audacia de la imaginación.