Sinónimos de lobreguez

Sinónimos de lobreguez en sentido de Falta de luz, oscuridad:

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  • El optimista ve siempre luz en la oscuridad. El pesimista siempre ve oscuridad en medio de la luz.

    Anónimo

    No deseo saber ni creer. No me importa. No te deseo en la oscuridad de la creencia, sino en la incesante, viva e hiriente duda. No retenerte con ninguna atadura, ni siquiera las del amor; estar unido a ti en cuerpo y alma en una desnudez total...Eso es lo que yo anhelaba.

    James Joyce
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  • No hay sombra fuerte donde hay mucha luz.

    Johann Wolfgang von Goethe

    La sombra debe su nacimiento a la luz.

    John Gay
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  • Existen en las tinieblas frondales, fuerzas ocultas y entes graves, que laboran entre plantas delgadas de las pequeñas cámaras verdes de los sotos perdidos. Son los arcanos principios de vida, gestaciones ignotas.

    José María Eguren

    ¡La muerte se remedia con otra,muerte!¡Si! Lo que significa que has de morir para que la gente resucite ¡Que perezcan miles para que resuciten las tinieblas de toda la tierra!¡Eso es! Es fácil morir.¡Pero hace falta que resuciten!¡Que alce la gente!

    Máximo Gorki
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  • La negrura del rostro, es una protección y una distancia cada día más larga al corazón.

    Beatriz Villacañas
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  • Otros sinónimos de lobreguez

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  • Sobre las alas del tiempo la tristeza escapa.

    Jean de La Fontaine

    ¿Qué es lo que busca a fin de cuentas? El máximo de amor y de placer, como un sueño o idea, es una utopía. Esto lo entiende perfectamente, por eso está triste. Su tristeza también es profunda, una profunda tristeza humana, una tristeza infinita, imposible librarse de ella.

    Gao Xingjian
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  • La futura estela del animal a través de la tiniebla está casi tan establecida para la sagaz mente del cazador como la costa para el piloto. De modo que era esta prodigiosa habilidad del cazador, la proverbial fugacidad de una cosa escrita en el agua, una estela, es tan de fiar, a todos los efectos deseados, como la tierra firme.

    Herman Melville

    ¡Ay madre! Cuando estemos satisfechos de comer, de hablar, de reírnos y maravillarnos, nos vamos cada uno a lo nuestro: yo a mi cama, donde distraído abro la esclusa intemporal del sueño, tú a tu tumba, donde susurra la hierba familiarmente con su voz de tiniebla y eternidad.

    William Heinesen