Serás, ¡Oh colector!, el árbitro invisible, el que manipula esa montaña de granos de arena, ese mar de gotas, esa totalidad de nadas: la opinión pública, y si así lo quieres, te enriquecerás tanto con tu palabra como con tu silencio. ¡Bello destino! Pero, ¿Eres digno de él?
El fútbol no es un juego perfecto. No comprendo por qué se quiere que el árbitro lo sea
Sé buen oidor y no gran hablador
Cualquier institución que no suponga la bondad de la gente, y al magistrado corruptible, es mala
Que el ciudadano obedezca respetuosamente a los magistrado, que el magistrado obedezca ciegamente a las leyes.