Una vez fui a un baño y una chica me siguió dentro firmé un autógrafo para ella en el fregadero. Fue muy gracioso porque estaba en el baño de un chico y no se avergonzaba en absoluto.
Es terrible. Nunca aparece. Gira su pequeño y gracioso maniquí alrededor... es poco profesional. Hablando de su coprotagonista Yoda.
Las ciudades obligan al crecimiento, y hacen que el hombre sea chistoso y hablador, pero todo es artificial.
La gente que ve un dibujo en The New Yorker piensa automáticamente que es chistoso porque es una caricatura. Si lo ve en un museo, piensa que es artístico; y si lo encuentra en una galleta de la suerte, piensa que es una predicción.
¡Tú, tú, tú, mi incesante primavera profunda mi río de verdor agudo y aventura!
La ficción es una exploración del ser interior. (...) Los escritores llegan a conocer las cosas por medio de ciertas facultades que tienen. Eso es la vida interior. De eso están hechas las novelas, pero los escritores no sabemos cómo llegamos a ello. Creo que en parte se trata de un sentido de observación especialmente agudo que tenemos incluso desde la infancia.
Evitad lo vulgar en todo lo que escribáis. Cada estilo, por poco noble que sea, tiene su nobleza. El descarado género burlesco logró, en un principio y a expensas del buen sentido, engañar la vista y atraer por su novedad.
El ingenio es la apariencia, el flash externo de la imaginación. De ahí, su divinidad, y el carácter ingenioso de la mística
Todo lo profundo es también sencillo y se puede reproducir simplemente, siempre y cuando su referencia a toda la verdad se mantenga. Lo que importa no es que sea ingenioso sino que sea cierto.
Amame como quiere su ambrosía en el jardín la flor; como ama de su voz la melodía festivo ruiseñor.
Hay dos clases de bromas: una incivil, petulante, malévola, obscena; otra elegante, cortés, ingeniosa y jovial
Seré ingeniero, decía uno; y su compañera afirmaba: pues yo agrónomo. Y yo aviador, agregaba jovial un tercero. A ninguno de nosotros se nos ocurría dudar un instante de una cosa: de que teníamos abierto un amplio camino hacia los estudios universitarios, hacia el trabajo y la creación.
El sentimentalismo de los ingleses es humorístico y tierno, el de los franceses, popular y llorón, el de los alemanes, ingenuo y realista.