En el acto de amar, de entregarse, en el acto de penetrar en la otra persona, me encuentro a mí mismo, me descubro, nos descubro a ambos, descubro al hombre
La más interesante y útil observación que puede hacerse acerca de los errores, y principalmente de los errores comunes a muchos, es el estudio del camino que aquéllos han seguido, las apariencias y los modos por los que aquéllos han podido penetrar en las inteligencias y dominarlas.
Y pensó que una cosa era meterse en un sitio como el Hospital Estatal Western con ideas, suposiciones y sospechas, y otra muy distinta obrar conforma a ellas. Tenía el aspecto de alguien que examina un objeto raro con una mezcla de duda y confianza.
Que nadie espera nada seguro de la astronomía, pues nada cierto nos ofrece; si al abandonar esta disciplina alguien toma por verdadero lo que fue hecho para otro uso acabará más loco que al meterse en ella
La verdad tiene secretos para introducirse en un alma que ya no se atrinchera contra ella
Las innovaciones deben introducirse poco a poco, casi insensiblemente
Nada como invadir Polonia un viernes por la mañana para levantar el ánimo!
El que Parma o España, o cualquier soberano de Europa, se atreva a invadir las fronteras de mi reino; lo cual, si sucediera, antes que una mancha caiga sobre mi honor por mi culpa, yo misma empuñaré las armas, yo misma seré su caudillo y su juez, y sabré recompensar sus virtudes en el campo de batalla.
Lo que a vosotros toca es que cada cual, dentro de su barco, guarde la ordenanza y sea muy obediente para hacer pronto lo que le fuere mandado, porque las más veces la ocasión de la victoria consiste en la presteza y diligencia en acometer cuando es tiempo.
Con la gracia de Dios, tú has de acometer y realizar lo imposible..., porque lo posible lo hace cualquiera.
Evitar la confrontación contra formaciones de combate bien ordenadas y no atacar grandes batallones constituye el dominio de la adaptación.
Los jóvenes deben esforzarse en aumentar siempre su determinación y su valentía. Esto sólo podrá hacerse cuando la valentía esté enraizada en el corazón. Cuando el sable está roto, hay que atacar con las manos. Cuando las manos están amputadas, hay que servirse de los hombros. Cuando los hombros están cortados, hay que morder el cuello de diez o hasta de quince enemigo. Esto es realmente valentía.
¡Fatal ceguera de las pasiones! ¡Le daba las gracias por contribuir a mi perdición, por allanar el camino a los extravíos que iban a llevarme al borde de la sepultura!
Quizás ver al presente en colores más oscuros de lo que tiene realmente es un deber; porque de ésta visión puede brotar una lucha con más determinación para mejorar las cosas.
Haremos brotar la vida, desde esta muerte que nos sirven en la mesa, en sus hospitales, escuelas, universidades; nuestro cielo está estrellado y todas están de pie listos para rendir el examen de la historia.