El verdadero problema de empresa pública como contraposición a la privada suele discutirse sobre bases demasiado abstractas y filosóficas. Teóricamente, la planificación puede ser buena. Pero nadie ha averiguado jamás la causa de la estupidez gubernamental, y hasta que se consiga (y se descubra el remedio), todos los planes ideales caerán en arenas movedizas.
Hemos averiguado que vivimos en un insignificante planeta de una triste estrella perdida en una galaxia metida en una esquina olvidada de un universo en el que hay muchas mas galaxias que personas.
Algunas veces nos ha sucedido que durante quince días, y aun tres o cuatro semanas, hemos buscado una sola palabra, e inquirido su verdadero sentido, y tal vez no lo hemos encontrado. Como ahora está en alemán y en lengua fácil, cualquiera puede leer y entender la Biblia, y recorrer pronto con sus ojos tres o cuatro hojas, sin apercibirse de las piedras y tropiezos que antes había en el camino.
La psicología debería ser un departamento dentro de la medicina o las ciencias neurocognitivas. Pretender estudiar el alma es algo medieval. El hombre no puede ser analizado por fuera de los mecanismos biológicos que lo determinan y del medio social en el que está inserto
Yo nunca me he analizado a mí mismo más que forjando en mis libros varios cientos de personajes, cada uno en particular tejido a partir de mi propio ser, con sus defectos y sus cualidades, como tienen todos los seres inventados.
Lo experimentado como externo no pertenece a los interno intencional, aunque nuestra experiencia de ello resida allí, como experiencia de lo externo.
La humanidad nunca ha experimentado una desgracia de tal magnitud, con secuelas tan graves y tan difíciles de eliminar
El Budo es la vía del guerrero: reagrupa el conjunto de artes marciales japonesas. El Budo ha profundizado de manera directa las relaciones existentes entre la ética, la religión y la filosofía.
Hay una dirección a tomar hacia un conocimiento más profundizado de nuestro universo, en la ruta del amor, de la comprensión, de la compasión; hacia el deseo de conocer a todos los que viven, no solamente los seres humanos, todos los humanos de todas las culturas, sino también los animales y la naturaleza.
La doctrina judía del marxismo rechaza el principio aristocrático de la naturaleza y antepone la cantidad numérica y su peso inerte al privilegio sempiterno de la fuerza y del poder
Lo que hay de embriagador en el mal gusto es el placer aristocrático de desagradar.