La ironía de quien quiere engañar es que antes debe ser seducido por el propio engaño.
El contemplar una vida que una pasión violenta -de la índole que sea- ha vuelto miserable es siempre algo más instructivo y altamente moral. Eso rebaja, con una ironía aullante, tantas pasiones banales y manías vulgares, que uno queda satisfecho al pensar que el instrumento humano puede vibrar hasta ese extremo y subir hasta tonos tan agudos.
Los goles valen todos iguales, si son de rebote no hay drama. Obvio que un gol lindo deja otro sabor, pero para el resultado no importan las formas
Cuando amamos, el amor es demasiado grande para caber entero en nosotros; irradia hacia la persona amada, encuentra en ella una superficie que lo detiene, lo obliga a regresar hacia su punto de partida y este rebote de nuestro propio cariño es lo que llamamos los sentimientos del otro y que nos fascina mas que en el viaje de ida, porque no reconocemos que procede de nosotros.
Una proposición sólo puede decir cómo es una cosa, pero no qué es ella.
Es un error para un hombre decir que él está seguro de la verdad objetiva de una proposición a menos que pueda demostrar que, lógicamente, justifica esa certeza. Esto es lo que afirma el agnosticismo
Entre las angustias de los días que siguieron está el mayor de los suplicios: la inefabilidad. Jamás podré explicar lo que vi y conocí durante esas horas de impía exploración, por falta de símbolos y capacidad de sugerencia de los idiomas.
El espejo, considerado desde el punto de vista de la percepción, es una especie de repetidor; repite las sensaciones visuales que produce el objeto directamente en nosotros; estas sensaciones repetidas dan lugar, como si fuesen sensaciones directas, a una interpretación, a la construcción de un objeto exterior por el espíritu, es decir, en definitiva, a una sugestión de imágenes.
Si soy como todos los demás, si no tengo sentimientos o pensamientos que me hagan diferente, si me adapto en las costumbres, las ropas, las ideas, al patrón del grupo, estoy salvado; salvado de la temible experiencia de la soledad. Los sistemas dictatoriales utilizan amenazas y el terror para inducir esta conformidad; los países democráticos, la sugestión y la propaganda.