Todo cambia en este mundo, e inconstante es la vida humana, y sujeta a muchos errores.
El ocio hace siempre inconstante el espíritu
Amistad nunca mudable por el tiempo o la distancia, no sujeta a la inconstancia del capricho o del azar, sino afecto siempre lleno de tiernísimo cariño, tan puro como el de un niño, tan inmenso como el mar.
La potencia al golpear viene de una torsión rápida de la cintura, y no de un movimiento oscilante de balanceo.
Entre cada punto del cuerpo social, entre un hombre y una mujer, en una familia, entre un maestro y su alumno, entre el que sabe y el que no sabe, pasan relaciones de poder que no son la proyección pura y simple del gran poder del soberano sobre los individuos; son más bien el suelo movedizo y concreto sobre el que ese poder se incardina, las condiciones de posibilidad de su funcionamiento.
Todos los sentimientos son parte de la maravillosa y siempre cambiante sensación de estar vivo. Si amamos a todos los diferentes sentimientos, se convierten en otros tantos colores del arco iris de la vida.
La realidad es mucho más rica y cambiante que los sistemas conceptuales que pretenden contenerla
...antojadizo, veleidoso e inconsecuente
Amistad nunca mudable por el tiempo o la distancia, no sujeta a la inconstancia del capricho o del azar, sino afecto siempre lleno de tiernísimo cariño, tan puro como el de un niño, tan inmenso como el mar.
Todo cambia en este mundo, e inconstante es la vida humana, y sujeta a muchos errores.
El ocio hace siempre inconstante el espíritu
La realidad es mucho más rica y cambiante que los sistemas conceptuales que pretenden contenerla
Es que ese caballero es tan cambiante como el sol. Un día nublado, oscuro, con sol, medio nublado. Cambia de acuerdo con el ambiente. Pero a veces cambia profundamente, porque todo lo que hizo antes de 1973 lo rechazó después
...antojadizo, veleidoso e inconsecuente
He tenido una relación muy volátil con Francis. Está en ambos lados, es como casarse y divorciarse. Es tan cercana como una relación que he tenido con cualquiera
Me vi abrumado de felicitaciones, bendiciones y abrazos. Yo lo recibí todo con manos temblorosas, labios fríos, cerebro vacilante y un corazón que se me había vuelto de piedra. Todo desfilaba ante mí como un sueño. Observaba aquel desfile sin pensar siquiera en quién iba a ser la víctima.
La pluma está en mi mano vacilante y medrosa, pero en mi corazón no florecen los versos.
Estoy convencido de que muchas personas han perdido su fe en el futuro, pues estamos empezando a actuar en casi toda faceta de nuestra civilización como si nuestro futuro fuera tan precario que tuviera más sentido centrarse exclusivamente en nuestras necesidades actuales y en los problemas inmediatos
No puedes actuar en una manera inconsistente con la forma en que te ves a ti mismo.
Ritmo. Signos que siempre son clave. Imágenes fugaces. titubeante como una música de sombras redimidas.
La cosa es que, queriéndolo Él y pensando que se le da gusto, todo lo amargo se vuelve dulce y lo desabrido sabroso