Mi propósito en la vida no incluye el anhelo de encandilar a la sociedad
Un gobierno nuevo tiene que deslumbrar y sorprender; cuando deja de brillar, cae.
Quiero decirles la verdad de una humilde mujer del pueblo ¡La primera mujer del pueblo que no se dejó deslumbrar por el poder ni por la gloria!
Pero en Piura era distinto. En Piura el sol tenía que atraer forzosamente sus miradas y hacerla pensar en él y sentirlo dentro de sí, porque el sol piurano penetra hasta en las cuencas de los ciegos. Es una obsesión.
El ambiente en el instituto de Rutherford era de lo más estimulante. Rutherford todavía no se había vuelto mundialmente famoso como para atraer muchos alumnos.
Los editores tienen la responsabilidad de seducir a su audiencia con la verdad. Por esta razón es que intenté hacer de Colors una revista tan sexy y atractiva como fuera posible, como los caramelos o los canapés, tan suculentos que no puedes resistirte.
Me acuso de candor, de haber preferido siempre la inteligencia a la lealtad, de haberme dejado seducir por el brillo de los inteligentes, de no cuidar la fidelísima fidelidad de los fieles
Hay tres fuerzas, tres únicas fuerzas en la tierra capaces de vencer y cautivar para siempre la consciencia de estos débiles rebeldes, para su felicidad. Son: el milagro, el misterio y la autoridad.
La vanidad nos persigue hasta en el lecho de la muerte. La soportamos con entereza porque deseamos superar su terrible grandeza y cautivar la admiración de los espectadores
Mi vida es un perfecto cementerio de esperanzar muertas.
Lo grave de que la muerte se acerque no es la propia muerte con lo que traiga o no traiga, sino que ya no se podrá fantasear con lo que ha de venir.
...y lo que me hace levantarme por las mañanas sigue siendo la espera de lo que está por llegar y no se anuncia, es la espera de lo inesperado, y no ceso de fantasear con lo que ha de venir
LeAnn Rimes. Oí Blue de LeAnn Rimes, y esa canción resonó conmigo. Fue hace nueve años. Ella era joven - alrededor de 14 - y yo tenía unos 10 cuando la escuché y ella estaba haciendo esas cosas que yo sólo podía soñar con hacer. Había algo tan motivador en eso.
Conocí a un hombre que se entrenó pa no soñar
El que no posee el don de maravillarse ni de entusiasmarse más le valdría estar muerto, porque sus ojos están cerrados.
¡Prensa omnipotente, señora del mundo, tú que dispones de la paz y de la guerra; tú que posees, como Dios, el don de cegar a los pueblos a quienes quieres perder, continúa impertérrita tu marcha!