Tus ojos penetrantes como el filo de una espada. Oh, mi Niña, yo no espero una cita deslumbrante; Tan sólo ansío ir a la hoguera por tu amor.
Cada ciudad con 800 mil o un millón de habitantes, genera su propia zona prescindible, compuesta por esa gente sin oficio ni beneficio, en el filo de la navaja entre la sobrevivencia y el delito.