Hay dos cosas, oh discípulo, que conviene evitar: Una vida de placeres; eso es bajo y vano. Una vida de mortificaciones; eso es inútil y vano
Cada vez que hago bien, oh corazón, me invade una dulzura fresca, cuya virtud comprendo; veo dulces sonrisas en bocas que no existen, y manos invisibles que me están aplaudiendo
Amar ideal y trágicamente, oh amigo, eso lo sabes con seguridad de un modo magnífico, no lo dudo, todo mi respeto ante ello. Pero ahora has de aprender a amar también un poco a lo vulgar y humano.
Inmensa necesidad de ser envuelto en ondas de músicas que digan el secreto que callan las palabras, las sinuosas palabras ¡oh serpientes, oh caminos!
Todavía no se ah inventado la pastilla que pueda aliviar los síntomas de la soledad y el aislamiento que produce el final del día.
La felicidad ah caminado codo a codo conmigo; pero la fatalidad en absoluto conoce tregua: el gusano esta en el fruto, el despertar en el sueño, y el remordimiento está en el amor: tal es la ley. La felicidad ha caminado codo a codo conmigo.