Vivir en otros es, en el sentido más veraz de la palabra, vida (...) Prolongar nuestra vida indefinidamente en el pasado y el futuro, para hacerla más perfecta en el presente, es abundante compensación para las ilusiones de nuestra juventud que se han ido ya para siempre.
El amor es la compensación de la muerte.
Nuestra conclusión es que un mercado libre como el alabado por los utilitaristas, basado en el reconocimiento de todos los títulos de propiedad actualmente existentes, es nulo y éticamente nihilista.
La burla de uno mismo, el reconocimiento abierto de los propios defectos como ideales masoquistas.