Extático ante ti me atrevo a hablarte: ardiente como tú mi fantasía, arrebatada en ansia de admirarte intrépidas a ti sus alas guía
He aquí la prueba de que todo en ti es orgullo. Ahora que has reconquistado el permiso de telefonearle y escribirle, no sólo no lo haces, sino que siquiera sientes la necesidad ardiente de hacerlo.
Con ansia deseamos conocer prematuramente la vida, y la aprendemos en las novelas. Hemos conocido todo; pero entretanto, no hemos gozado de nada. Adelantando la voz de la Naturaleza no hacemos más que perjudicar nuestra dicha, y la ardiente juventud vuela demasiado tarde tras ella.
Y mi ardiente pasión murió de frío; que así muere el amor cuando no hay celos.
Esta juventud entusiasta es bella. Tiene razón, pero aunque estuviera equivocada, la amaríamos.
El prudente puede dirigir un estado, pero es el entusiasta es que lo regenera o lo arruina
Y no busques alejar de mí al hermano - ¿Aún en el sueño percibí tu mirada? -, a quien encadenas ferviente a una absurda tarea, revistiéndole con tus deseos de ropajes de esclavo.
Tal era mi ferviente deseo de que tan solo un hombre se hubiese salvado: ¡Oh, si tan solo uno se hubiese salvado! Repetía una y mil veces: ¡Oh, si tan solo uno se hubiese salvado!