Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora.
El concepto de sistema abierto tiene valor paradigmático. Como lo ha señalado Maruyama, concebir todo objeto y entidad como cerrado implica una versión clasificatoria, analítica, reduccionista del mundo, una causalidad unilineal.
Quien sólo vive para sí, está muerto para los demás.
Estoy absolutamente cautivado por el ambiente de un naufragio. Un buque muerto es el hogar de una gran cantidad de vida: peces y plantas. La mezcla de la vida y la muerte es un misterio, incluso religioso. Existe la misma sensación de paz y el mismo estado de ánimo que el que sentimos al entrar en una catedral.