Eres bueno y sabes que eres bueno. Entra. Yo soy un gran defensor del ser humano y creo mucho, mucho, mucho en él. Hay que correr, hay que correr, moverse, porque si no... ¡Nos están esperando en ese lado, sácala atrás y mételo al otro lado!.
Yo soy y seré perpetuamente, acérrimo defensor de los derechos, libertades e independencia de nuestra América, cuya honrosa causa defiendo y defenderé toda mi vida; tanto porque es justa y necesaria para la salvación de sus desgraciados habitantes, como porque interesa además en el día a todo el genero humano
A este Dios veraz y bienhechor del hombre se debe toda acción de gracias.
Cualquiera que haya destruido un prejuicio, un solo prejuicio, es un bienhechor de la humanidad
Con constante oración y súplica pediremos al Hacedor de todas las cosas, conserve íntegro el número contado de sus escogidos en todo el mundo, por su amado Hijo y Siervo, Jesucristo Para conocerte a Ti, el solo Altísimo en las alturas Tú sólo eres el bienhechor de los espíritus y Dios de toda carne.
A este Dios veraz y bienhechor del hombre se debe toda acción de gracias.
Si no hay muerte, no puede haber nacimiento. El significado es que una generación debe morir para que pueda venir la siguiente. No bien concibes o das nacimiento a un niño, tú eres el muerto. El niño es la nueva vida, y tú eres simplemente el protector de esa nueva vida.
El aikido es el verdadero budo, la obra del amor en el universo. Es el protector de todas las cosas vivas, el instrumento que da vida a todo, a cada cosa según su condición individual. Es la fuente creadora no sólo del verdadero arte marcial, sino de todas las cosas, nutriendo su crecimiento y su desarrollo.
El amor es el mejor padrino del matrimonio y la estimación recíproca su más fiel amigo
El sexenio de Carlos Salinas fue el más corrupto y desbarató nuestro patrimonio, malvendiéndolo a sus cómplices: eran las grandes columnas estratégicas del desarrollo autónomo de México. Ese es el padrino de Peña Nieto
Los demagogos sociales emplean las promesas del Estado benefactor y de la política inflacionaria para seducir a las masas y cuesta advertir a la gente de modo convincente acerca del precio que todos habrán de pagar al final.
Los principios son claros y explícitos. El libre mercado está bien para el tercer mundo y su creciente contraparte en nuestro país. A las madres con chicos a cargo puede instruírselas firmemente acerca de la necesidad de la autosuficiencia, pero no a los ejecutivos e inversores dependientes, por favor. Para ellos debe florecer el estado benefactor