También Emma habría deseado huir de la vida, esfumarse en un abrazo.
Desde lo que le sucedió a mi bebé, he querido frenar este crecimiento continuado, y por eso he dejado de vivir en el tiempo de este mundo. Al hacerlo, no descubro nada nuevo ni veo desaparecer nada, de modo que mi cielo, a cien metros de altura, no experimenta ninguna modificación.
La soberbia es el abismo donde suele desaparecer hasta el mérito verdadero
Y no hay posibilidad de escape de la evación continua. De distraernos. De evitar la confrontación. De huir hacia adelante. De cascársela. De la televisión. De la denegación.
Si encontráis a un hombre virtuoso y bueno, no lo apartéis de vosotros; honradlo para que no tenga que huir de vosotros y refugiarse en desiertos o cavernas u otros lugares solitarios, lejos de vuestras insidias; miradlos como a dioses terrestres, merecedores de estatuas y simulacros.
Al sublimar el proceso de metamorfosis personal, nos proyectamos sobre el supuesto de la amistad verdadera.