En el valle del Ródano me encontré a una muchachita casi desnuda que bailaba con su cabra; pedía caridad a un joven rico y bien vestido que pasaba por la posta, con un correo con galones delante y dos lacayos detrás de la brillante carroza. ¿Os imagináis que pueda existir la distribución de la propiedad? ¿Pensáis que no justifica los levantamientos populares?
Las del correo son computadoras a leña.
Cuando estoy de vacaciones o en mi barco, estoy con el correo electrónico todos los días. Yo siempre estoy merodeando alrededor de Internet en busca de lo que nuestros competidores están haciendo
(Frente al rechazo del presidente egipcio Nasser a entrevistarse con Golda Meir): Supongamos que quisiésemos devolver territorios ocupados; ¿a quién? No podemos mandárselos a Nasser por correo
El cartero quiere un autógrafo. El conductor del taxi quiere una foto. La camarera quiere un apretón de manos. Todo el mundo quiere un pedazo de ti.
Tengo doce años y soy una inválida. El cartero trae a nuestra casa dos pensiones, la del abuelo y la mía. Las chicas de la clase, cuando se enteraron que tenía cáncer en la sangre, tenían miedo de sentarse a mi lado...De tocarme...Los médicos han dicho que me he puesto enferma porque mi padre trabajó en Chernóbil. Y yo nací después de aquello. Yo quiero a mi padre...
La guerra es el mejor mensajero de la guerra. Jamás avises a un enemigo si has decidido vencerle
Aquí estás, ombú gigante a la orilla del camino, indicando al peregrino no siga más adelante en la llanura sin fin. (...) Ese destino te espera, árbol, cuya vista asombra, que al caminante das sombra sin dar al rancho madera, ni al fuego una astilla dar; recorrerás el desierto cual mensajero de vida, y, tu misión concluida, caerás cual cadáver yerto bajo el pino secular.