Lo imposible es el fantasma de los tímidos y el refugio de los cobardes
Así que ha sido un fantasma el que ha corrido los cerrojos -dijo Emily tratando de reírse de sus propios temores-, ya que dejé esa puerta abierta anoche y me la he encontrado cerrada esta mañana. Annette empalideció y no dijo una palabra.
La aparición de la fuerza inclina a la desconfianza. Si deseas convencerme, suelta el palo, y si alzas el palo, sobran los discursos. Con las armas no se afirma la realidad: se la viola.
Su compañía me hacía feliz por muchas razones. A la luz de día no había perdido su encanto. Era, sin duda, la más hermosa criatura que jamás había visto, y el desagradable recuerdo que conservaba de su aparición en el curso de mi sueño infantil se había trocado en una placentera sensación.
Cúanto más envejecen los hombres, tanto más su espíritu llega a ser más flexible, más cálido, con una apariencia más orgánica. Se podría decir que para el espíritu, el tiempo es una dimensión del rejuvenecimiento.
Ver el Bósforo siempre me ha sentado bien. Frente a la derrota, al desplome, a la opresión, a la amargura y a la pobreza que pudren por dentro la ciudad, el Bósforo está unido en lo más profundo de mi mente a sensaciones de unión a la vida, de entusiasmo por vivir y de felicidad. El espíritu y la fuerza de Estambul le vienen del Bósforo.
No tenemos necesidad de otros mundos. Lo que necesitamos son espejos. No sabemos qué hacer con otros mundos. Un solo mundo, nuestro mundo, nos basta, pero no nos gusta como es. Buscamos una imagen ideal de nuestro propio mundo.
En María se realiza plenamente el Evangelio. Ella es la primera cristiana, anuncio y don de Cristo su hijo, plenitud de beatitudes, imagen perfecta del discípulo de Jesús.
El duende de tu son, che bandoneón, se apiada del dolor de los demás, y al estrujar tu fueye dormilón se arrima al corazón que sufre más.
Cuando la inspiración encuentra algo -porque en el arte no se busca, se encuentra- y ese algo aparece como un duende. Como un hermoso duende que da vueltas alrededor. Por eso muchas veces, cuando termino un cuadro, lo miro como si fuera de otra persona y seguro que esa obra es la mejor, porque no es el recuerdo de otras.
Verás, Oz es un Gran Mago y puede adoptar la forma que desee, de modo que algunos dicen que parece un pájaro, otros afirman que es como un elefante y los demás que tiene la forma de un gato. Para otros es un hermoso duende o trasgo o cualquier otra cosa...Pero ningún ser viviente podría decir quién es el verdadero Oz cuando adopta su forma natural.
Quién pudiera ostentar, como una brida, el arco iris sin par de tu mirada desde tu luz a mi negror caída
Hubo acerca de este gigantesco arco iris una profunda bendición de la paz y la esperanza. Pero, como es natural inefable como en el efecto de la belleza natural de la mente, no puede coincidir con la paz de Dios en la curación de su efecto sobre la mente humana.