Si todo el mundo vive haciéndonos la guerra, yo necesito amor que me des tu paz, necesito arrancar todo lo que me hiera, necesito amor, necesito más, más libertad...
Me gustan los epitafios; ellos son, entre la gente civilizada, una expresión de aquel piadoso y secreto egoísmo que induce al hombre a arrancar de la muerte un harapo al menos de la sombra que ha pasado.
Si la Presidente dice mañana 'hay que salir a peinar pingüinos', De la Sota aparece con un peine y un gel.