Todas las religiones, con sus dioses, semidioses, profetas, mesías y santos son el producto del capricho y la credulidad del hombre quien no ha alcanzado todavía el desarrollo total y la personalidad completa de sus poderes intelectuales.
Deja que me llene de pequeñas gotas de lluvia, de tiernos corazones, de formas de niños no nacidos... Deja que me llene tal vez mi amor sea la cuna para el nuevo mesías por nacer.