Las emociones de la fe, el amor y el sexo son las más poderosas entre las principales emociones positivas. Cuando se mezclan las tres, tienen el efecto de colorear el pensamiento de tal manera que éste alcanza al momento el subconsciente, y allí se transforma en su equivalente espiritual, la forma singular que induce una respuesta de la inteligencia infinita.
Todo cuanto veo a mi alrededor está echando las simientes de una revolución que es inevitable, aunque yo no tendré el placer de verla. El relámpago está tan a la mano que puede surgir a la primera oportunidad y luego se oirá un trueno tremendo. Los jóvenes tienen suerte, pues han de ver cosas magníficas.
No es fácil encontrar muchos hombres que sepan lo que quieren. Por eso lo primero que ha de surgir de una apreciación es: ¿Qué Quiero hacer? Ese es el objetivo. Esa es la finalidad para la cual uno trabaja. Se coloca el objetivo y entonces se extraen todas las conclusiones mirando el objetivo y cuáles son las que han de servir a ese objetivo.
Creo en mi corazón, el que yo exprimo para teñir el lienzo de la vida
Las emociones de la fe, el amor y el sexo son las más poderosas entre las principales emociones positivas. Cuando se mezclan las tres, tienen el efecto de colorear el pensamiento de tal manera que éste alcanza al momento el subconsciente, y allí se transforma en su equivalente espiritual, la forma singular que induce una respuesta de la inteligencia infinita.
Cierra tus ojos corpóreos para poder ver tu cuadro con los ojos del espíritu, y haz surgir a la luz del día lo que has visto en las tinieblas
La productividad es una orientación del carácter que pueden tener todos los seres humanos, en el grado en que no se encuentren emocionalmente inválidos. Las personas productivas animan lo que tocan. Hacen surgir sus propias facultades, y dan vida a las personas y a las cosas
El pavor que me causaba su solo contacto y me helaba la sangre en los primeros días, se esfumó. Empezaba ya a sentir vagos deseos...Un débil despertar se iniciaba, y sentía un hormigueo que subía por mis venas y recorría todo mi cuerpo, estremeciéndome y haciéndome enrojecer cuando ella me acariciaba, acunándome entre sus brazos, o cuando me declaraba, apasionadamente, su amor.
En la corrección cuida mucho de no ruborizar ni humillar a tus alumnas.
El pavor que me causaba su solo contacto y me helaba la sangre en los primeros días, se esfumó. Empezaba ya a sentir vagos deseos...Un débil despertar se iniciaba, y sentía un hormigueo que subía por mis venas y recorría todo mi cuerpo, estremeciéndome y haciéndome enrojecer cuando ella me acariciaba, acunándome entre sus brazos, o cuando me declaraba, apasionadamente, su amor.
En la corrección cuida mucho de no ruborizar ni humillar a tus alumnas.
En la corrección cuida mucho de no ruborizar ni humillar a tus alumnas.
La inocencia no suele ruborizarse
La mayoría de la gente se avergüenza de la ropa raída y de los muebles destartalados, pero más debería ruborizarse de las ideas andrajosas y de las filosofías gastadas
Las grandes organizaciones pueden encender la pasión. Si existe una característica que comparten todos los ganadores, es el hecho de que se preocupan más que nadie por algo. Ningún detalle es demasiado pequeño para sudar o demasiado grande para ambicionarlo.
A veces es mejor encender un lanzallamas que maldecir a la oscuridad.