Dicen esas cosas en nombre de la corrección política. Yo soy políticamente incorrecto y la corrección política no es más que la mordaza que antiguamente se llamaba censura e Inquisición. Además yo hablo con palabras de escritor, no con eufemismos de personas que sólo quieren ganar votos.
A causa de los cambios en las condiciones industriales, el artista se ha puesto al lado de las corrientes principales del interés activo. La industria se ha mecanizado y el artista no puede trabajar mecánicamente para la producción en masa. Está menos integrado que antiguamente en la corriente normal de los servicios sociales.
Todos trabajamos por tres cosas: la fama, el oro y el placer. Tengo fama, no necesito oro, y los placeres de antaño me aburren...
El hombre de antaño no se parecía al de hoy. Nunca hubiese aquél formado parte de este rebaño que las democracias plutocráticas, marxistas o racistas alimentan para la fábrica y el osario.