Pídele a tu madre que te prepare un gran tazón de chocolate bien caliente y que luego te dé gran abrazo. No hay nada como el chocolate caliente y un abrazo para espantar las pesadillas.
El Príncipe debe hacer uso del hombre y de la bestia: astuto como un zorro para evadir las trampas y fuerte como león para espantar a los lobos.