Desde hace tiempo España ha entrado en un proceso de putrefacción, y la situación se agrava en el caso de Cataluña. Este núcleo putrefacto ha conseguido que el ciudadano quede desactivado y se sitúe al margen de cualquier acción pública: sólo se le utiliza como carne de cañón en manifestaciones
Es un crimen que justo cuando las arcas de varios gobiernos regionales están repletas de dinero gracias al canon que pagan las multinacionales, la inversión pública brille por su ausencia. Mientras los bancos ganan con los depósitos, los campesinos, los artesanos, los pequeños y medianos empresarios, la gente común y corriente no ve ninguna obra pública que los beneficie y eso es un pecado.
Sus detractores afirman que es necesario plantar allí las malas hierbas, que no nacen espontáneamente; que importan del Canadá los cardos silvestres, y que tienen que mandar buscar al otro lado del mar un tarugo para tapar una grieta a un barril. Todas éstas y más extravagancias solo muestran una cosa: Nantucket, definitivamente no es Illinois
El primer ministro canadiense Pierre Trudeau visitó la ciudad siberiana de Norilsk: Trudeau lamentó que Canadá nunca había tenido éxito en construir una ciudad tan grande tan al norte, sin darse cuenta -o sin preocuparse-, de que Norilsk había sido construida por prisioneros.
Sentado con mi guitarra frente al cañón de luz, descubrí que mi sombra, es la parte de mí que hasta la luz desprecia
El que compra cedés vírgenes no paga ningún canon