Con mástiles torcidos y proa sumergida, como el perseguido a gritos y a golpes aun pisa la sombra de su enemigo y hacia adelante dobla su cabeza, el barco iba rápido, fuerte rugía el estrépito y hacia el ojo del sur escapábamos.
Quien piensa en fracasar, ya fracasó antes de intentar; quien piensa en ganar, lleva ya un paso adelante