No hay ninguna duda de que existe el más allá. Sin embargo, hay que preguntarse a qué distancia se encuentra del centro de la ciudad y hasta qué hora está abierto.
Cuando se investigan conspiraciones ocultas a veces uno se encuentra en encrucijadas de proporciones míticas(por ejemplo la Capilla Peligrosa) y se sale de ellas o paranoico o agnóstico. No hay tercera vía. Yo me convertí en agnóstico.