Ser un canal significa vivir plena y apasionadamente en el mundo, tener relaciones profundas, jugar, trabajar, crear, disfrutar del dinero y de las posesiones materiales, ser tú mismo, y sin embargo no perder ni por un momento tu conexión profunda con el poder del universo que hay dentro de ti.
El dinero no sirve para nada, pero si te caes te amortigua.
Aquí estás, ombú gigante a la orilla del camino, indicando al peregrino no siga más adelante en la llanura sin fin. (...) Ese destino te espera, árbol, cuya vista asombra, que al caminante das sombra sin dar al rancho madera, ni al fuego una astilla dar; recorrerás el desierto cual mensajero de vida, y, tu misión concluida, caerás cual cadáver yerto bajo el pino secular.
Cada cual aporta su astilla a la hoguera que ilumina el mundo.
¡Que lo metan en un cajón y lo embarquen en un avión viejo, junto con la familia, que el entierro lo hagan en otra parte, en Cuba... si no vamos a tener una pelota pa' el entierro! ¡Si ese gallo hasta para morir tuvo problemas!
Pa' cantar de un improviso se requiere buen talento, memoria y entendimiento, fuerza de gallo castizo.