Acostumbrarse a la felicidad es una gran infelicidad
La felicidad es tan discreta que únicamente, una vez desaparecida, la infelicidad subsiguiente permite recordarla.
Los escritores viven de la infelicidad del mundo. En un mundo feliz, no sería escritor.
El colmo de la infelicidad es temer algo, cuando ya nada se espera.