La castidad, la de cada uno en su estado: soltero, casado, viudo, sacerdote, es una triunfante afirmación del amor.
Sería necesario imponer esta regla: no repetir jamás una afirmación malévola sin verificar su contenido. Aunque es cierto que así nunca se hablaría de nada.
Hitler habla durante dos horas. Me siento abatido. ¿Qué Hitler es éste? ¿Un reaccionario? Fabulosamente torpe e inseguro (... ). Ya no creo ciegamente en él. Esto es lo terrible: he perdido el apoyo interior. Sólo soy a medias.
No me apoyo en ti, por temor a que te derrumbes. Y por no apoyarme en ti, me derrumbo.
La tecnología es la aserción de los hombres poco dotados para las artes del amor y la guerra.