Me encerré en la soledad. Fue una clausura dura en la que vivía. Decían de mí que soy orgulloso. Pero no es verdad, me entendían mal. La soledad es para mí una condición del trabajo.
El sistema fascista principia por la solución del desempleo, se convierte en una 'economía del armamento' llena de escasez, y termina inevitablemente en la guerra.
Quiero ser alcalde de las áreas marginales, de las colonias barrios y asentamientos donde sí hay problemas, quiero trabajar para darle solución a las necesidades de los vecinos y ofrecerles una vida digna, con servicios básicos, vivienda y seguridad.
Que otra cosa fue, en concepto de los hombre imparciales del país y en opinión del universo entero, sino un furioso brote comunista largamente planeado desde lejanas capitales marxistas y para cuya ejecución vinieron al país revolucionarios extranjeros de universal nombradía
A cualquiera: Prohíbo leer en voz alta el texto durante el transcurso de la ejecución musical. Todo incumplimiento de esta observación levantará mi justa indignación contra el petulante. No se conceden privilegios.
El marxismo sigue sobreviviendo como un sistema de análisis, como un método de comprensión de la historia, no en balde es el mejor diagnóstico que hasta ahora se ha hecho del capitalismo
La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados.
La prontitud devota de nuestro espíritu y crianza, la poca detención en el conocimiento de nuestra máquina corporal y la mucha miseria de nuestra filosofía, nos arroja a empujar hacia la banda de los milagros infinitos sucesos que tienen su derivación de la naturaleza solamente.
La Constitución es una norma de obligado cumplimiento y no una lista de sugerencias y cuando hay una sentencia del Tribunal Constitucional compete acatarla a todos y no buscar mecanismos para intentar sortearla
La Inmaculada Concepción de María Santísima: al deseo ardiente de no poner obstáculo entre Dios y mi alma, nada que sea pecado, ni mortal ni venial, ha de tener esta actitud; no por temor, sino por amor a nuestro Padre Dios cuya ley ha escrito Él en nuestras almas y a cuyo cumplimiento nos está cada día invitando con suavidad infinita.