Hemos de saber anticiparnos a encontrar lo cómico que haya en nosotros. Así podremos evitar que otros se burlen de nuestra escasa perfección.
De pelotudos que tienen la precisa sobre las virtudes y los males argentinos, el país está hasta el cuello. En esa no me anoto. Te repito que yo no soy ni gracioso, ni visionario. Soy un actor cómico de la nación. Cuando no tengo libreto, me callo la boca.
Hay que tener el valor de admitir que, desde hace cien años, el arte ha consistido casi exclusivamente en una serie de lamentos. La consideración de un artista ha dependido de la intensidad de sus quejas, a las que luego se calificaba de denuncias, cuando lo cierto es que no son más que lamentaciones.
¿Y? Pues que eso es el arte para el artista concluyó Crake. Una tubería hueca. Un amplificador. Un truco para llevarse a alguien a la cama.