El genio es la ignición del cariño no del intelecto, como se supone la exaltación de la devoción, y en proporción a nuestra capacidad para eso, es nuestra experiencia del genio.
El mundo será de los pueblos si los pueblos decidimos enardecernos en el fuego sagrado del fanatismo.
El pueblo es siempre inconstante; no te fíes de él. El pueblo, el fuego y el agua no pueden ser domados nunca