Y, sin embargo, decimos esto. Aquí en esta cueva en el fin del mundo la paz se hace entre enano y troll, y marcharemos más allá de la mano de Muerte juntos. Porque el enemigo no es Troll, ni es Enano, sino es el siniestro, el maligno, el cobarde, los buques del odio, los que hacen algo malo y lo llaman bueno. Esos contra los que luchamos hoy, pero el tonto deliberado es eterno y dirá...
Un maestro realizado puede enviar oleadas de influencia espiritual hacia mucha gente. Sin embargo, puede estar en una cueva manteniendo un silencio total.
Y ahora viene lo más difícil...Casi me alegro de tu llegada. Yo hago lo posible por conservar el buen sentido, pero en este país de brujas y consejas no es fácil. Porque en la playa hay una gruta que el pueblo entero visita...Dicen que allí oyen voces.
En un primer momento, la gruta me pareció profundamente oscura. Los rayos solares parecían apagarse en ella por degradaciones sucesivas. Su vaga transparencia no era ya más que luz ahogada. El capitán Nemo entró en ella y nosotros le seguimos. Mis ojos se acostumbraron pronto a esas tinieblas relativas...
De la ruda labor del brazo vivimos todos, los ignorantes y los sabios. De la cómoda labor de éstos, vive el que puede. No llegan los frutos de su ciencia a la multitud ineducada y zafia; no llegan sus espléndidas luces al fondo del pozo minero, al antro industrial, a la covacha miserable del asalariado
Haré del mundo un antro fantasmal e irrespirable. Volveré histérica a cuanta criatura se agita.
Mañana es el mote del diablo, el favorito refugio de la inepcia y la pereza, la sima que se traga los proyectos esbozados y las resoluciones demoradas
Caminando por un estrecho túnel de la alhambra, se me entrego a mí el hermoso patio de aquel antiguo palacio, serene, callado y solitario; contenía exactamente lo que debe tener un jardín bien logrado, nada menos que el universo entero, jamás me ha abandonado tan memorable epifanía.
Lo que parecía la luz al final del túnel resultó ser un incendio en su interior.