Me satisface la derrota, porque ha ocurrido, porque está innumerablemente unida a todos los hechos que son, que fueron, que serán, porque censurar o deplorar un solo hecho real, es blasfemar del universo.
Rompes a llorar o a reír. Creo que vale la pena hacerse añicos por esos sentimientos
Yo he visto llorar muchos hombres por la infamia con que se les entregaba; y yo mismo he llorado más que otro alguno, cuando a las tres de la tarde del 27 de junio de 1806, vi entrar a 1.560 hombres ingleses, que apoderados de mi patria se alojaron en el fuerte y demás cuarteles de la ciudad.
No debe lamentarse la muerte, debe lamentarse la vida destinada a la lucha y a una vida miserable.
Nunca debe el hombre lamentarse de los tiempos en que vive, pues esto no le servirá de nada. En cambio, en su poder está siempre mejorarlos.
Es intrínseco al carácter francés el exagerar, el quejarse y tergiversar los hechos cuando se está descontento.
Ninguno de nosotros puede quejarse de su muerte, pues quien se ha unido a nosotros se ha puesto la camisa de Neso. El valor de la conciencia de un hombre se establece sólo a partir del momento en el que está dispuesto a dar su vida defendiendo sus convicciones